Opera Soft fue una de las más grandes en la época dorada del software español, esa época que va desde mediados de los 80 hasta los 90 iniciados. Opera se consolidó con juegos como la Abadía del crimen, uno de los más grandiosos títulos que incluso hoy sigue siendo uno de los mejores títulos de todos los tiempos.

Ya extinta, queda en nuestro recuerdo títulos como Linvingstone supongo, Rescate en el golfo o el ya mencionado La abadía del crimen, y otros grandes títulos de 8 bits que dejó Opera para el disfrute de todos.

Sus juegos se caracterizaron por ser bastante difíciles, cosa que les cortaba bastante la salida al mercado exterior (mercado copado por los arcades) o por tener una temática diferente, fueron dos razones suficientes para tener bastantes problemas y el porqué de que muchos títulos se quedaran en el mercado nacional. Títulos con una gran calidad técnica, soberbia en bastantes casos.

Goody es nuestro ladronzuelo preferido, tenemos que reconocerlo. Goody es un juego que divierte bastante y engancha casi desde el primer momento, desde luego la temática de ladrón de guante blanco (aunque esta no es la mejor definición para Goody) engancha, ¿quién no ha querido robar un banco? jejeje, yo si!

La pena es que el tiempo no pasa en balde para nadie y la tarjeta CGA ha quedado ya bastante desfasada, pero se ve el buen hacer de Opera Soft para aprovechar lo que tiene y es que los gráficos son muy graciosos, como por ejemplo el yonki que nos encontramos es graciosísimo. Además hay una buena cantidad de malos diferentes, así como de localizaciones por las que deambular (eso sí, todas en la ciudad como calles u obras). Otro síntoma de la buena mano de Opera es el uso del speaker para la melodía principal, que era buena y pegadiza.

Goody no es un juego fácil y te costará un pelín pillarle el tranquillo para poder robar tu botín, además tendrás que llevar objetos para poder seguir avanzando y estos están limitados a 4. Esto le da un toque de aventurilla que queda muy bien y divierte bastante. En definitiva un título que no se debe dejar de jugar.

Necesita ralentizador.