Maldoror: La Mansión de las Siete Torres

Ficha del juego

Género:	Aventura gráfica, Amateur
Alias:	Maldoror: La Mansión de las 7 Torres, Maldoror: The Mansion of Seven Towers
Año:	Abandonado
	(Última act.: Feb 2010)
Temática:	Investigación, Misterio
Textos:
Licencia:	Comercial
Desarrollo:	KSC Games
Editor:	KSC Games
Soporte:
Motor:	Ogre
Perspectiva:	3ª persona
Entorno:	3D
Control:
Plataformas:

Descripción

Basilio, un secretario de notaría, recibe el encargo de encontrar al hijo ilegítimo de un cliente de la notaría, un anciano inmensamente rico. Afrontará un camino lleno de sorpresas y peligros. Los hermanos Malasombra, ayudados por Linda Rastrero, la bella joven de la que Basilio está enamorado, se interpondrán en su camino tratando de evitar que lo consiga, ya que si tuviera éxito ellos perderían su herencia.

Personajes

Icono	Nombre	Descripción
	Basilio Conesa Porra	Edad: 27 años. Profesión: Empleado de Notaría. Aficiones: Astrología, Tauromancia y actuar. Manías: Odia a los gatos negros. Otros: Enamorado de Linda. Es el protagonista. Su trabajo le hastía bastante: le parece monótono y sin sentido. Le gustaría ser actor. Pero por el momento es un mero aficionado. Paga unas caras clases de arte dramático, y tiene la fe ciega de que algún día dará el gran salto, y se convertirá en un actor famoso, en uno de los más cotizados del mundo. Confiesa ser un poco supersticioso. Aunque su compañera de trabajo Linda, la bella y arrogante muchacha de la que está enamorado, aunque no tiene el valor de confesarlo, lo define como uno de los individuos más supersticiosos, y tontos, sobre la faz de la tierra. Pasa por ser una buena persona porque no le pone reparos a nadie para hacerles favores. Así se aprovechan muchos de él para explotarlo. Le mandan a hacer todos los recados, y las tareas más ingratas. Si hay que echar en el trabajo unas horas extra, siempre le toca a él. El notario en particular por eso lo tiene en estima, porque lo ha tomado, sin malicia, por su recadero particular, por su factotum, por su chico para todo, ya que nunca rechista por nada de lo que le ordenan, y lo cumple todo con una diligencia puntillosa, y con una discreción que es impagable en un mundo en el que los chismorreos (hablar mal de todo el mundo para sentirse mejor) son una regla. De ahí que lo haya elegido a él para realizar la citada misión. Vive con su madre viuda, en una vieja casa de la capital del país. Su madre lo trata como si tuviera cinco años, porque según ella su hijo no sabe cuidarse solo.
	Linda Rastrero	Edad: 25 años. Profesión: Empleada de Notaría. Aficiones: Revistas del corazón, el poder y el dinero. Manías: Tratar con altivez a todos. Otros: Enamorada de sí misma. Es una muchacha obsesionada con el poder, el lujo y el dinero. Sueña con vivir en un palacio, en una lujosa mansión rodeada de sirvientes, y organizando bailes y fiestas de rancio abolengo, para gente de sangre azul. O mejor dicho, de la nueva estirpe de aristocracia: los ricos y famosos, de los que diariamente hace su agosto la prensa del corazón. Mientras tanto, sufre todos los días por tener que ir a su trabajo. Un empleo que no soporta, porque allí tiene que atender a todo tipo de personas (clientes de la notaría) de la más baja condición. Los atiende a desgana, con altanería y desdén, evidenciando que ella se siente infinitamente superior a todos ellos. Con especial desprecio trata al pobre Basilio. Se aprovecha de que sabe el amor que siente por ella, y hace que haga prácticamente todo su trabajo. A ella le basta con sonreírle un poco para que no le niegue nada. Se pasa de ese modo la mayoría de su tiempo de trabajo consultando los últimos cotilleos de la prensa rosa, y respondiendo de mala gana a los pocos clientes que osan preguntarle algo, ya que de realizar todas sus tareas ya se encarga Basilio.
	El Conde de Zárzal	Edad: Más de setenta. Profesión: Vive de las rentas. Aficiones: Perros y pasear por un parque que donó su abuelo. Manías: Coleccionar chisteras, monóculos y bastones. Otros: Siempre se ha sentido solo. Su nombre es Rodrigo de Mantua. Viste con chistera, monóculo, y capa. Tiene una cantidad de propiedades inmobiliarias que hasta él mismo desconoce: edificios enteros arrendados, tierras de pastos, de árboles frutales, de corcho... Una ganadería de toros bravos... y varias mansiones. Una gran cantidad de dinero puesta en valores mobiliarios, acciones, plazos fijos, títulos del tesoro, etc. Todo ello sumado le proporciona una renta mensual de proporciones astronómicas. Pero en el fondo ha pasado su vida en una triste soledad, porque quienes le rodeaban siempre le trataban con mucho respeto, guardándole distancia, del mismo modo que los soldados a sus generales. Con su mujer tampoco tuvo nunca especial roce, pues fue un matrimonio impuesto en el que ninguna de las partes se atraía mutuamente, ni llegaban a comprenderse, de tal modo que apenas intercambiaba más que saludos y formalismos con su ahora difunta esposa. Así, no tuvo nunca ni la comprensión ni el cariño que todos los seres humanos necesitamos. Ahora en su vejez, a punto de morir, quiere cambiar en un arrebato de sentimentalismo, como los que nunca había tenido a lo largo de su dilatada vida, quiere encontrar a su hijo, sentirse querido por él, y legarle todas las riquezas que tiene, y que nunca le ayudaron a ser feliz.
	Estrella Caro López	Edad: Veintipocos. Profesión: Camarera. Aficiones: Pintura. Manías: Odia las cucarachas. Otros: Se desconocen. Su madre era una mujer sin estudios, se la llevó al sur, y con el dinero que le dio el conde trató de darle una esmerada educación, llevándola a los mejores colegios, procurándole clases particulares, y tratando de aficionarla al saber, de inculcarle pasión por él. La mimaba y la adoraba. Pero una repentina enfermedad se la llevó, dejando a Estrella con catorce años desamparada. Estrella se tuvo que ir a vivir con su tío –hermano de su madre--, que vivía en un pequeño pueblo en vías de extinción. Su tío no tenía estudios, y no había salido nunca del pueblo; desde pequeño lo único que había hecho había sido cuidar ovejas y cabras. Así que era una persona bruta, con la que Estrella nunca pudo entenderse, de modo que su vida al lado de ese hombre fue una especie de infierno. Cuando Estrella cumplió dieciocho años, le cogió un poco de dinero a su tío, de su escondite secreto, y se marchó a Z, la capital. Allí, entre los varios millones de almas que la poblaban, esperaba encontrar su sitio, esperaba hallar un ambiente más cosmopolita donde pensaba que se podría sentir más cómoda. Es una completa incógnita que Basilio tendrá que resolver.
	Hermanos Malasombra	Edad: Más de setenta. Profesión: Vivir del dinero que no tienen. Aficiones: Perversiones varias. Manías: Aborrecen el trabajo. Otros: Nadie ha visto nunca de ellos más que sus sombras. Son los sobrinos del conde del Zarzal. Aristócratas venidos a menos. Ya en sus padres se inició la decadencia, teniendo que vender gran cantidad de propiedades para poder mantener su alto tren de vida, y para poder pagar las clínicas psiquiátricas y de desintoxicación tanto para ellos como de sus hijos. Los hermanos continuaron con el tren de vida de los padres, hipotecaron primero fincas, después las vendieron, y ya sólo les queda la mansión donde viven: la Mansión Maldoror, la mansión de las siete torres, una obra arquitectónica incomparable. Tienen la confianza y la fe de ser los herederos legales, y absolutos, del conde. Si perdieran la herencia, tendrían que vender la mansión y afrontar el peor de los horrores: ¡ponerse a trabajar!.