El streaming puede ser el futuro inevitable de los juegos pero, tal como está ahora, todavía faltan muchas piezas para que realmente funcione. Resulta, sin embargo, que en realidad podría haber un caso de uso perfecto para ello. Al menos eso es lo que apuesta por el nuevo servicio de streaming de juegos Antstream. En lugar de transmitir títulos populares y recientes, Antstream brindará acceso a más de mil juegos que ya no puedes comprar o jugar. Es decir, esos largos juegos retro "agotados".
Si bien la transmisión de juegos puede tener beneficios prácticos y legales, depende en gran medida de la conexión a Internet que, a su vez, puede verse afectada por la cantidad de datos que se deben transferir rápidamente. Pero, ¿y si el juego es tan liviano que no requiere tanto ancho de banda? Ese es exactamente el caso de los juegos muy antiguos que venían en cartuchos y disquetes, lo que también explica exactamente por qué el plan de Antstream podría funcionar.

Por supuesto, eso dependerá de si existe realmente un mercado para este tipo de juegos retro. Antstream afirma que tienen más de 1,000 títulos con licencia completa y están agregando más cada semana. El sitio web muestra algunos títulos que puede o no conocer, como Fatal Fury (que dio paso a King of Fighters), Speedball, Joe & Mac, Gods y más. La única forma en que obtendría estos, si no posee los originales, sería a través de ROM y emuladores adquiridos de manera cuestionable.



Anstream transmitirá juegos retro para que no tengas que piratear


Antstream quiere eliminar la necesidad de eso y agregar un poco de cultura de juego moderna en la parte superior. Sí, eso significa tablas de clasificación y desafíos multijugador, tanto asíncronos como, en el futuro, en tiempo real. El servicio estará inicialmente disponible en PC con Windows y tabletas Android. Irónicamente, todavía no incluye teléfonos.

Aún no se sabe cuándo se lanzará completamente Antstream y cuánto costará la suscripción. Suponiendo que es un negocio legítimo, podría convertirse en una forma para que los editores antiguos aún obtengan uno o dos dólares de un juego antiguo y casi extinto.