Todo empezó cuando el Tentáculo Púrpura bebió aquel residuo tóxico que le convirtió en un ser despiadado y perverso empeñado en dominar el mundo. El Dr. Fred Edison, creador de los tentáculos, dándose cuenta de la amenaza que se cernía sobre la humanidad,  capturó al Tentáculo Púrpura y a su hermano (de naturaleza buena) el Tentáculo Verde con el fin de destruirlos. 

Bernard, Laverne y Hoagie se encontraban descansando e el cuarto que comparten cuando el hámster llamó a su puerta... Bernard debe liberar al mundo de la maldad con la compañía de sus dos amigos, viajando a través del tiempo y enfrentándose a todo tipo de situaciones inverosímiles.

El Día del Tentáculo es uno de los títulos que define al cien por cien lo que es una aventura gráfica. Utilizas a tres personajes a la vez. Hoagie, el heavy perteneciente a una banda de rock, se halla en el pasado y nos remonta a una recién nacida Norteamérica con personajes como Jefferson, Washington o Franklin, que aparecen en clave de humor con un esplendor inigualable; Bernard, el ilustre informático, debe quedarse en el presente junto a toda la familia del Dr. Fred para ayudar a sus amigos a triunfar en las hazañas del tiempo; y Laverne, la histérica estudiante de medicina, se lleva la peor parte saltando a un futuro gobernado por tentáculos cuyo único afán es acabar con los seres humanos, los cuales son usados como mascotas. 

Al más puro estilo clásico, la aventura se compone de comandos u órdenes. Los objetos se combinan unos con otros o con los elementos estáticos que configuran el decorado que, aunque siempre se trata del mismo escenario (ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro) nunca llega a aburrir. La trama no sólo es buena, sino que se compone de todo tipo de complementos cuidados hasta el más mínimo detalle. Cualquier cosa que Hoagie modifique en el pasado, repercute siempre en el desdichado futuro donde se encuentra atrapada Laverne y todo ello combinado con la maravillosa filosofía de los juegos de Lucas Art que, como ellos mismos dicen, “la gente compra juegos para entretenerse, no para darse palmetazos en la cabeza cada vez que se equivoca. Por ello no dejamos llegar el juego a callejones sin salida” Jamás podrás realizar una acción que no esté determinada para avanzar en el juego o utilizar un objeto en el lugar equivocado y quedarte después sin él. Lo mejor del juego es su divertimento. Las situaciones son disparatadas y  algunas acciones casi inimaginables, por ello nunca dejes de hacer algo por muy absurdo que pueda parecerte. 

Otro detalle a tener presente es la posibilidad de poder jugar al juego Maniac Mansión dentro del juegos Day of the Tentacle. Con Bernard a la cabeza, sitúate en la habitación de Ed y enciende su ordenador.... ¡Qué recuerdos! 

Como todos los juegos antiguos, el sonido. Es capaz de reconocer una Soundblaster pero en su primera versión. A menos que tengas un emulador de Soundblaster, se pierde toda la magia del sonido que, habiéndolo conocido, puedo decir que merecía la pena .