Sin lugar a dudas, este es el juego de ajedrez de toda la vida. ¿Quién no ha hechado alguna vez una partidita a este juego?
Consiguió un gran éxito sobre todo por su sencillez gráfica (la cual no requería un ordenador demasiado potente para hacerlo funcionar correctamente), una gran dificultad en cualquiera de sus modos de juego (no apta para iniciados) y una bestialidad de opciones totalmente configurables, y es en este apartado, en donde se separa rotundamente de su principal competidor en aquella época, el Battle Chess.
En cuanto al sonido, podemos decir que es aceptable, sin demasiadas florituras ni adornos, pero no por eso menos malo. Entre sus miles de opciones, destaca una que permite ver el tablero en 3 dimensiones, cosa que agradecerán bastantes usuarios, aunque las fichas del tablero serán las de toda la vida.
En definitiva, todo un clásico que no te puede faltar y un gran juego de ajedrez, simple pero muy bueno.
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